jueves, 10 de diciembre de 2009

La preguntonta.




Hace más o menos unos 6 meses que estoy trabajando, si trabajando, en un bar de acá donde vivo. Al principio me gustaba exceptuando que cada madrugada llegaba a mi casa y seguía escuchando voces que me llamaban del tipo: “Anto! Se te sentó una mesa allá” “la carta Anto, la carta” “¿Cómo vas a llevar un café sin cuchara?” (Lo hice, lo juro) “la cuenta por favor” “¿podemos pagarte por separado? A mi cobrame una gota de coca y un gajo de limón”. Yo diría que excepto ese pequeño deslice mental estaba perfecta pero ahora ya me harté de la gente, del dueño, de la novia del dueño (unos 20 años menor, léase interés) del híbrido mental de la caja, estoy cansada del típico chupamedias , de todos bah. Por ahí me imagino tácticas para meter a la novia del dueño en la panchera o insertarle una botella de whisky al chupacalzones por… la nariz digamos. Lo que si no puedo dejar de desear es que les caiga un rayo o se incendien en combustión espontánea los que hacen estas preguntas:

Situación 1: Anto y compañía juntando mesas tipo 5 30 a.m. con los pies que duelen como si hubiéramos estado corriendo el Aconcagua con koalas preñados al hombro. Por el lánguido costado del ojo veo como una parejita feliz se acerca y ve, VE!!! Que estamos en pleno proceso “me quiero alzar al ocote” y hacen la pregunta de rigor:
-Disculpame flaca, ¿ya están cerrando?
(Te disculpo porque me dijiste flaca, pero te miro con odio igual) -Si, ya nos vamos.
- Ey! Qué temprano que cierran!
Es ahí cuando los cielos se abren, sale Dios con un tridente lo pincha y se lo lleva.

Situación 2: voy a levantar pedido a una mesa, en la cual las cartas están cerradas como ya “leídas”.
- ¿Qué cervezas tenés?
Ya empezamos mal ¿para qué mierda te dejo la carta? Igual me pongo el cassete:
-Isenbeck, Warsteiner y Corona…
- ahhhh ¿¿¿QUILMES NO TENES???
- ISENBECK, WARSTEINER Y CORONA
-¿¿STELLA tampoco???
¡¡Oh Buda!!!!
Acá me imagino sacando mi lapicera que tengo en la riñonera por las dudas y le hago una traqueotomía al sujeto.

Situación 3: Anto al pedo imaginándose elefantes rosados con alitas violetas cuando viene señora con pinta de muy inteligente.
- Nena ¿el baño que dice “el” es de mujeres?
Cayó con todo su humilde peso el elefante en mi cerebelo sacudiéndome los tímpanos.
- ¿Cómo?
- Si el baño que dice “EL” es de mujeres querida.
- No señora, si va hasta el final de la barra y dobla a la izquierda va a encontrar un baño que dice “ELLAS”, ÉSE es el baño de mujeres…
- Ah! Ah! Ahora entiendo!
- mmm….si….
No pude imaginarme nada feo para la señora porque me hacia acordar a mi abuela, solamente me cagué de risa un rato.

Situación 4: voy a levantar otro pedido a una mesa llena de púberes forras menores que iban a mi ex escuela.
- Yo quiero un vodka con speed . -Dice la primera-.
-Pero ustedes no tienen 18. -Yo, mirándolos como: ¡ja! ¡Son menores!
- ¡Si tenemos 18! -Dice otra protestando lo improtestable-. O como se diga.
- ¿Tienen documentos? - No pude evitar poner sonrisa falsa -.
- No, pero…
- Si no tienen documentos no pueden tomar alcohol – muejeje-
- ¡Pero ella si tiene 18! -Nótese: me habian dicho que todas tenían 18 de repente habia una crecida y las otras se habian aniñado con chiquitolina -.
- ¿Tenés documento?- Se que no, se que no-.
- No, pero… ¿no puedo tomar alcohol?
- Emm…no, si no tenes documento no.
- Bueno un dr. Lemon vodka
- ¡No podés tomar alcohol! -Ya no me causaba tanta gracia me estaba impacientando-.
- ¿El dr. Lemon VODKA tiene alcohol?
- Si, así como los duraznos tienen carozo
-... (Cara de no te entendí un sorcho)
- Bueno dejá, pedí otra cosa
Cuando las muy pepino entendieron ya estaban en mi mente siendo devoradas por pirañas tamaño ballena.

Por supuesto trabajar con gente así te contagia y te da embolia cerebral en muchas ocasiones, por eso yo misma no podía faltar.

Situación 5 : Anto va a mesa con cartas cerradas portando cara de grogui por el sueño ( cuando las cartas están cerradas es LA señal para tomar pedido).
-Si.¿Que les traigo?
-Dame un segundo.
-… ¿Cómo? - ¿Será una marca de champagne que no conozco? Pensaba -.
- Que me des un segundo - la cara del flaco fue: “no tiene los jugadores ni para un partido de tenis virtual” -.
- Ok, ya vuelvo… - Me fui decidida a buscar un “segundo” para traerle. Por algún motivo mi cabeza habia desconectado definiciones de tiempo y espacio-.
Voy a la caja preocupadísima:
- Me pidieron un “segundo” que es ESO?
-… - La cara de este silencio fue la misma que la del flaco-.
Yo seguía con la misma expresión de desconcierto total.
- Anto, un segundo, que le des un minuto - creo que mis facciones eran las misma por eso agregó: -… para pensar! -.
- OHHHHH!!! - mi sinusitis habia abandonado los sesos por fin-. -¡Un segundo! ¡ja! – Boluda, boluda, boluda-.
Es acá cuando mi cabeza se avergüenza de mi persona y se quiere prender fuego con metanol al descubrir que es una completa infradotada como el resto.