No hay peor cosa que nos pueda pasar, que la claridad día
nos encuentre después de una fiesta o estando en ella. Me refiero a esa luz de
la mañana, tenue pero de un extraño poder, que pone en evidencia cada pelito de
nuestra cara, y por cara me refiero a bigotes de Frida, cejas no podadas y
entrecejos que quedan como ” monocejos”.
Es cierto que las piernas son casi un capítulo aparte, a
veces sucede que nos dejamos estar y de repente caemos en el hecho de que
nuestras piernas son tan tupidas que arrancarían lágrimas de emoción a una
hippie o al movimiento “basta de sexismo, si a los pelos”, cuando llegamos a
ese extremo juramos que nunca va a volver a pasar, pero volvemos a caer, y así
eternamente (hasta que tengamos plata y hagamos láser). El sentido común femenino diría que procuremos
vestirnos tapándolas si salimos, pero hete aquí un hecho: a veces el sentido
común es el menos común de los sentidos. Así que desafiando las leyes y los
husos horarios algunas corajudas saldrán sin depilarse y se cuidarán toda la
bendita noche de no ser tocadas ni por asomo, obviamente se alejan volando más
rápido que un murciélago antes que se haga de día y la gente pueda visualizar
esas polainas. Dejarse pelos puede ser un mecanismo de defensa cuando no se
quiere intimar con alguien muy rápido, pero ese es otro tema.
En el caso de la cara, es difícil porque dividimos la cara
en 3 secciones: superior, media e inferior.
Superior: Las lagañas de rímel y delineador al costado del
ojo son el diablo, ni hablar de los párpados aglutinados en un color indefinido
espantoso. Para las que no se maquillan, las lagañas comunes también cuentan.
Cejas y “monocejos” están aquí.
Media: nariz y boca. Llegar a casa y ver que tenías un moco
en la nariz es el espanto de cualquiera, la mente empieza un trabajo de
reconstrucción y memoria para tratar de saber desde cuándo estaba ahí y quién
seguramente lo vio mientras mantenías una conversación. Los bigotitos están en
esta categoría, nadie quiere que le digan “moncholo” por el resto de su vida.
Inferior: a veces el mentón ofrece sus caprichos y he visto
pelos muy notorios ahí, ahora sé que la canción de los payasos Gabi, Fofó y
Miliki “Mi barba tiene 3 pelos” iba de este fenómeno.
Si la luz nos agarra como si fuera una luz Led estamos
cagadas, no hay forma de tapar una de las 3 secciones completamente. Tenemos
dos opciones: o huimos o nos quedamos esperanzadas que nuestro interlocutor sea
miope.
Recomiendo no mirarse al espejo cuando lleguen, ya saben, "¡ojos que no ven corazón que no siente (bochorno)!"
La llegada de la claridad nos da otra cosa y a veces muy
temida que los ingleses llaman LA CAMINATA DE LA VERGÜENZA. Pero esto, es un
capítulo aparte…
JAjajajaja oh Anto extrañaba tus entradas.
ResponderEliminarLos pelos son todo un tema. Cada vez que tengo que depilarme termino estresada lo que le da la razón a mi teoría de que la belleza duele y estresa.
Y por ahí mientras nos depilamos puteamos al pelotudo que se le ocurrió inventar que las mujeres no tienen que andar peludas.
Y the walk of shame... mejor no hablar de eso por ahora.
Que andes bien
Deberías hacer otra entrada como "Bendita la luz de tu mirada ... II" contando, que en el caso que decidas depilarte, cómo es esa sesión con la depiladora. Tenés de todo tipo y tamaño.
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